dilluns, 23 de març del 2015

Chaparrón de realidad y aviso a navegantes



Confieso que no he seguido demasiado la campaña andaluza, y que estaba un poco fuera del tema... Quizá porque tenía malas vibraciones. Pero también confieso que el domingo (esos domingos tontos de no hacer nada porque la noche anterior terminó en mañana y ya no tenemos el cuerpo pa estos trotes) me puse a ver discursos, vídeos, noticias, twits... Y me ilusioné un poco. Total, pa qué? Total, pa na.

Lo de ayer fue, para los que aspiramos a construir un país nuevo, a un proceso constituyente que devuelva la soberanía al pueblo, un chaparrón de realidad en toda regla, un jarro de agua fría, y un aviso a navegantes. Tal vez se necesitaba este aviso, tal vez podamos sacarle algo positivo, pero solo si lo leemos bien y actuamos en consecuencia.

Primer toque: el régimen es mucho más fuerte de lo que, en nuestra ingenuidad y metidos en la vorágine de nuestros mundos activistas, pensábamos. Parecía que venía un tsunami que se lo cargaría todo, y la cosa quedó en sustillo. El bipartidismo aguanta mucho, y por si fuera poco, el régimen logra tapar la vía con la operación "nueva derecha". Ahora ya son tres los partidos del régimen, no dos, la restauración borbónica tiene una nueva oferta electoral con la que intentar seducir al pueblo y nos han pasado la mano por la cara: si leemos el resultado en términos de restauración vs cambio, el marcador está 70% a 22%.
Es cierto que las circunstancias específicas de estas elecciones podían ser beneficiosas para el régimen (momento escogido, composición social y territorial, implantación histórica del PSOE, redes clientelares...) pero si nos quedamos solo con eso al justificar los resultados estaremos haciendo un flaco favor al proyecto del cambio.

Segundo toque: el tsunami que no llegó. Todos esperábamos una sorpresa, ayer. Esperábamos algo como lo de las europeas. Un nuevo golpe sobre la mesa. Un terremoto que anunciara réplicas mayores en los meses que vienen. Y no pasó. De nuevo, se puede hacer la lectura complaciente: pasar de 0 a 15 es un exitazo, blablabla. Pero en las elecciones, no ganas o pierdes en función de los números reales, sino en función de las expectativas. E igual que hace un año, para IU, pasar de dos a seis eurodiputados fue un fracaso, porque se esperaba mucho más, para Podemos, quedarse en el 15% de los votos es un fracaso, porque eran un instrumento para romper el tablero. La idea (que yo comparto plenamente) era que IU tiene un techo que nunca logrará romper por si misma, y que en este momento histórico hace falta un nuevo instrumento que pueda ser mayoría. Ese instrumento para algunos era la unidad popular, para otros, desde hace un año ya existe y se llama Podemos. Yo siempre he tenido mis dudas de que Podemos, solo, sea el instrumento. Pero con los datos y las encuestas en la mano (y viendo el proceso del último año en IU) pensaba, oyes, quizá tengan razón, quizá hay que dejarles probar su proyecto.
No está todo dicho, esta solo es la primera batalla, pero, datos en la mano, Podemos, por si solo, no ha logrado, en Andalucía, ser ese instrumento. Ha sacado un 15% y 15 diputados, sí. Pero el techo electoral de IU en Andalucía es del 20% y 20 diputados. Ni siquiera la suma de Podemos e IU por separado supera ese techo. Y eso no rompe ningún tablero: reconfigura los jugadores y sitúa a las fuerzas populares en un escenario como el de los viejos buenos tiempos, pero eso ya era lo que vaticinaban las encuestas antes de la aparición de Podemos, y que algunos decíamos que era insuficiente, que debíamos construir algo nuevo para poder aspirar a más: aspirar al cambio, a la ruptura del régimen, al proceso constituyente.

La segunda idea era que es mejor que no haya unidad electoral, que cada instrumento concurra por separado, porque así IU retiene unos (pocos) votos de la izquierda ideológica, y Podemos, sin el lastre de estar asociado a nada viejo ni ideologizado, puede captar voto transversal, una enorme masa de voto que nunca se lograría en una confluencia con carácter izquierdista. Bueno, de nuevo, los números cantan. Y además, creo que esta estrategia del núcleo pensante de Podemos, que han seguido desde las europeas, esta apuesta por venderse como algo cada vez más blanco, desideologizado, de "sentido común", por poner el eje cada vez más exclusivamente en "lo nuevo frente a lo viejo", le ha dado al régimen la posibilidad de contraatacar: la fuga de votos de Podemos, hoy, está en Ciutadans, y si la operación Ciutadans funciona es, en parte, gracias al estado de opinión creado por Podemos en los últimos meses.
Estoy de acuerdo, muy de acuerdo, en que el eje no es ya (no porque no exista, sino porque la mayoría social no lo percibe así) izquierda contra derecha, pero tampoco es (exclusivamente) lo nuevo contra lo viejo: el eje es los de abajo contra los de arriba (y abajo significa pueblo y clase trabajadora, y arriba no solo significa casta política, significa también poder económico, significa régimen), el eje es ruptura constituyente contra restauración borbónica.
Y está claro que es más difícil vender la ruptura que vender "lo nuevo", pero el problema es que si solo vendes "lo nuevo", el régimen puede también "renovarse" y hacerte un boquete.

Tercer toque: el (enésimo) hundimiento. Lamentarse por fracasos electorales de IU ya parece el día de la marmota, o algo así como las crisis cíclicas del capitalismo. Pero esta duele especialmente, porque 2015 era el año en el que nos lo íbamos a comer todo. Y ya ves tú. Se dice que IU paga el pacto con el PSOE... y me parece un análisis simplista. De hecho, el pacto con el PSOE es el síntoma del problema, no el problema en sí. Dentro de IU conviven dos almas, una que lucha por la ruptura y otra que ha aprendido a vivir dentro del régimen, y en algunos casos (Madrid sobretodo, pero también parte de Andalucía) que ha sido cooptada por el régimen y ha participado en sus tramas y tejemanejes. Hay una IU que lucha por el proceso constituyente y otra que se conforma con tener algún espacio de gestión dentro de la restauración borbónica. Esta segunda IU, la de las cúpulas, los repartos de poder y los brindis en el palco del Bernabeu, es la que, aun perdiendo en el debate político interno, se impuso (por su comodidad y habilidad en el fontanerismo que es la base de la iuología) en el poder real de IU, y fue capaz de marcar su estrategia tanto en Madrid, como en Andalucía como en el proceso de las europeas.
IU paga no haber sido capaz de leer el momento histórico y no apostar realmente por la ruptura con el régimen, más que de boquilla, más que dejando que lo mejor de la organización se descuerne trabajando realmente por el cambio, mientras ya luego yo me repartiré las ganancias y los espacios de poder. Ese es, creo yo, el problema de fondo, del cual el pacto con el PSOE no es más que una expresión.

Lo triste, es que la IU Andalucía que se presentaba a estas elecciones no es ya la de hace un año. Estos meses, con todas sus tensiones, han hecho aparecer la posibilidad de una nueva IU, de que lo mejor de IU pueda tomar realmente las riendas de la organización. La IU de esta campaña no ha sido la de Valderas y Ángel Pérez, sino la de Maíllo, Garzón y Anguita. Pero esta nueva IU ha llegado tarde, cuando el tren ya había pasado, y por muy bien que lo hayan hecho, y por mucho que sean de lo mejorcito que hay, no tenían nada que rascar. Siendo un pésimo resultado, quizás tengamos que agradecerles que hayan parado la descomposición y el extraparlamentarismo (veremos que pasa en Mayo en Madrid...).
Y además, esta IU que hemos visto en esta campaña no es real, aún no, al menos. La vieja guardia es muy lista, y sabe que hoy le toca esconderse (al menos la de Andalucía es lista, otras ya sabemos como juegan). Pero una cosa es dejar que Alberto Garzón ponga la cara y pare el golpe, y otra es dejar realmente de mandar. La vieja guardia y la vieja política nunca están derrotadas, siempre siguen por ahí, y cuando Alberto ya no les sirva, no dudarán en quemarlo si hace falta y volver por sus fueros.
Aquellos que hace un año se conformaban (porque era todo a lo que en realidad aspiraban) con el 15%, y que no nos escucharon cuando les dijimos y les repetimos hasta la afonía que conformarse con el 15% era suicida, porque nos llevaba a lo de hoy, hoy se conforman con resistir el chaparrón lo mejor que se pueda, refugiarse en las esencias y los cuarteles de invierno y esperar tiempos mejores. Y hoy, eso sigue siendo suicida. Pero claro, es más fácil hacerlo si el que tiene que poner la cara para que se la partan se llama Maíllo, o Garzón.
IU debe escoger, y hacerlo de una vez, y con todas las consecuencias, si apuesta por ser la pata izquierda del régimen o por construir el Partido Orgánico de la Revolución Democrática del que habla Monereo.

Y ante este panorama, ¿qué hacemos?

De primeras, armarnos de paciencia y de capacidad de aguante, porque hay muchos números para que la lucha no sea ni tan rápida ni tan, digamos, "poco difícil", como nos esperábamos. Hay que prever el posible escenario de que lleguen las generales y nada cambie. Y hay que intentar situarse en las mejores condiciones, primero, para ganar las generales, y después, para el supuesto de no ganarlas. Ya, lo sé, menuda obviedad acabo de soltar. Pero es que a veces me parece que a algunos no les importa llegar a Noviembre con posibilidades de ganar, y a otros les da igual lo que pase después de Noviembre.

Sigo pensando que sin unidad popular no hay cambio. Lo que ya no sé es si estamos a tiempo de hacerla antes de las generales. Ni unos ni otros han sabido estar a la altura, unos obsesionados en conservar sus pequeños espacios de poder (disimulándolo en un repentino amor incondicional por las siglas), y otros instalándose rápidamente en la arrogancia del pez grande, siendo incapaces de mostrar la generosidad que hace un año exigían a los demás. En medio, los activistas sinceros y la buena gente que hay a porrón tanto en un sitio como en el otro y que se creen realmente tanto la ruptura como la unidad se ha entrampado en unos procesos que han terminado siendo ultracomplicados, y que solo han terminado por salir, y de aquella manera, en unos pocos sitios. No sé si hay mimbres, ni ganas, de intentar más procesos de confluencia en los meses que vienen, no, al menos, sin un cambio real de estrategias y actitudes por parte de aquellos que deben liderarlos. A mí, como mínimo, se me han quitado las ganas y desaparecido las ideas.

Quizá solo nos quede esperar que este sea un bache fortuito, que realmente la estrategia del Think Tank de Pablo Iglesias resulte acertada y supeditando todo a una blitzkrieg electoral sea como podamos aprovechar la ventana de oportunidad (que parece que se cierra poco a poco) para el cambio. Lo malo es que no tengamos un plan B para el día después, si la cosa no da resultado y nos veamos abocados a una guerra de posiciones, más larga, más dura, de desgaste. Vaya a ser que llegue 2016 y no hayamos ganado nada, y además hayamos vaciado las calles y destrozado las herramientas para luchar a medio y largo plazo. Quizá tengamos que empezar a preparar, ni que sea por aquello de tener todos los escenarios cubiertos, los instrumentos no ya para una rápida victoria electoral, sino para cuatro años de resistencia y acumulación de fuerzas.

Y para ese escenario no sirven ambigüedades, ni discursos fáciles que en lugar de hacer pedagogía se adaptan a las modas, ni desmovilización social. Pero tampoco esencialismo identitario, golpes en el pecho y vivas al pasado glorioso. Harán falta... no sé, otras cosas. ¿Alguna idea?

dilluns, 19 de gener del 2015

Apunts sobre la Ciutat Morta


1) Tot i que crec que ser una persona crítica, em reconec colonitzat pel pensament únic: tantes vegades sentint sobre el cas 4F, i altres semblants, i alguna cosa dins meu pensant "ja, bueno, vés a saber...". L'hegemonia cultural és tan bèstia que pocs s'escapen, i per sistema donem la raó (hasta que se demuestre lo contrario) al sistema. No hi ha presumpció d'innocència a les nostres consciències col·lectives: hi ha presumpció de veracitat per a les versions oficials, i de culpabilitat per a tots aquells que se separen de la norma. I calen cops molt forts (acompanyats per una crisi de règim global) per canviar aquest model mental: un assassinat al carrer gravat en vídeo, o un cas que coneixes de primera mà... o un documental demolidor. Aleshores et cau la bena dels ulls, i la cara de vergonya.

2) La principal conclusió és que tot el sistema policial-judicial-polític-mediàtic és una màquina perfecta, on tots els engranatges funcionen per a la seva pròpia supervivència. No parlem d'una jutgessa feixista (que també), ni de dos policies torturadors (que també), ni d'uns polítics concrets covards i còmplices (que també): parlem de tot un cos policial, de tota una administració de justícia, de tot un sistema polític que serveixen als seus propis interessos fins i tot per sobre de la justícia i de la vida de les persones, ajudat i engreixat per uns mitjans de comunicació i uns periodistes al servei del relat oficial. Fins i tot els metges de l'Hospital del Mar col·laboren en l'entramat de tortures, mentides i impunitat. Com diu Gonzalo Boye, el sistema no es pot equivocar, perquè si s'equivoqués, deixaria de ser el sistema, i això no es pot permetre.

3) Torna a evidenciar-se que aquí i ara, la discriminació al diferent és llei, que si ets pobre, immigrant, homosexual... la teva vida val menys, no diguem ja la teva versió. No se't jutja pel que has fet, se't jutja per vestir o pentinar-te d'una determinada manera, se't jutja per l'accent, la cara, el color de la pell. I l'única cosa que et pot salvar són els diners. Descobrim moltes coses relacionades amb el cas perquè uns policies detenen, apallissen i inventen proves contra un ciutadà de Trinitat i Tobago que, mira tu, resulta ser de família rica, i per això tot el muntatge cau. Arriba a tractar-se d'un immigrant qualsevol, d'un precari qualsevol, i potser encara estaria a la presó. El racisme, l'homofòbia i el classisme institucional embruten tots els engranatges d'aquesta màquina perfecta.

4) La projecció de Ciutat Morta al Canal33, i per tant, la possibilitat que la ciutadania tingui accés al coneixement d'uns fets tan esfereïdors, és una excepció fruit d'un cúmul de circumstàncies poc repetibles: primer, la cruesa del cas en si. Després, el suïcidi de Patricia. Però ni la mort d'una persona és suficient: han calgut uns cineastes valents i de gran talent, ha calgut que el documental triomfi en festivals d'arreu, que acumuli reconeixements... en un procés silenciat pels mitjans catalans, amb TV3 al capdavant. Finalment, ha calgut un estat d'excepcionalitat social com no hem viscut en 40 anys, perquè la pressió del carrer obligui a projectar el documental a la televisió pública (això sí, sense anunciar-lo pas, que passi sense pena ni glòria, siusplau).

5) I aquí arriba la part esperançadora: la projecció de "Ciutat Morta" es converteix en un fenomen social. Programa més vist del dia, i de la història del 33. Bars i casals plens de gent un dissabte a la nit per veure un documental de dues hores, espais on la rabia i la impotència es barrejaven amb el sentiment de comunitat, de saber que no estem sols, i que aquest simple fet (reunir-nos per veure aquest documental) és una acció revolucionària. De nou, al dia següent, TV3 calla la notícia, ni al TN ni al 3/24 vaig veure cap menció al record d'audiència, ni als bars plens per veure un documental, ni a la concentració d'homenatge a la Patri a la una de la matinada. Res d'això és ressenyable, pel que sembla. Però encara que no ho expliquin, ha passat, encara que ho vulguin negar, és real, està aquí, estem aquí, estem vius, desperts, i som molts, cada dia més.

6) Pel que fa a les repercussions judicials i polítiques. És obvi que toca empènyer per reobrir el cas, des de totes les instàncies possibles. I és obvi que calen responsabilitats polítiques, encara que la majoria dels protagonistes estiguin ja retirats. Pel que fa "als meus", crec que, per estètica encara que sigui, Ricard Gomà no pot tornar a presentar-se a les eleccions municipals. I em sap greu, perquè penso que és de les persones més sanes que hi ha a ICV, i penso que s'està sent injust amb ell, i se l'està utilitzant des d'alguns sectors com a eina per fer mal a Guanyem, quan, repeteixo, crec que és de les persones que han passat per ICV BCN més salvables. Però està clar que som en una etapa nova i cal, més enllà dels canvis profunds en les organitzacions, canvis simbòlics també. I això passa pels relleus als equips.
A la meva organització, no tenim ningú que hagi estat regidor en aquell període ara en actiu, però tenim responsabilitats (encara que siguin ínfimes) per haver donat suport a un govern municipal determinat. Estaria bé saber quines persones d'EUiA van tenir responsabilitats dins del grup municipal de Barcelona en aquells anys, què es va fer i què es va acceptar, o no, sobre aquest cas i altres similars. Però també ens cal una reflexió profunda sobre tota la nostra etapa de participació o suport a governs suposadament "d'esquerres" durant els anys de la bombolla, i sobre el nostre paper en ells. Mai més, mai més, ha de callar EUiA davant un entramat de poder i un projecte de ciutat com el que sabem ara de Barcelona, a canvi de petites concessions o per evitar mals majors.

7) Per acabar, la reobertura del cas i les responsabilitats polítiques (i també les necessàries dimissions o cessaments en els responsables dels cossos policials i judicials) ha de ser només el principi. Ciutat Morta no ens explica un cas aïllat, ens mostra un sistema, un entramat. És tot això el que hem de transformar. La indignació, la rabia i les energies desfermades la nit del dissabte ens han de servir per construir una nova ciutat, un nou país, on la llum entri a les comissaries i als despatxos, on el sistema deixi de ser una màquina programada per la seva pròpia autoconservació, on els periodistes a sou del poder com Pilar Rahola, per exemple, rebin el menyspreu social que mereixen.
És la nostra responsabilitat que guanyi i arreli la vida per sobre les runes d'aquesta ciutat morta. És temps de construir futur.

diumenge, 9 de novembre del 2014

...i què coi faig jo el 9N?



Aquells que no hem estat mai nacionalistes de cap tipus, aquells que no sentim res quan veiem onejar una estelada (anava a dir també ni una estanquera, però és mentida: em fa fàstic, coses de construir un règim sobre una dictadura feixista), us haig de reconèixer que aquests anys de "procés sobiranista" han estat (i seran, que això no acaba) una mica desorientadors. I us reconec que en molts casos, davant de les mostres d'èxtasi col·lectiu que es produïen al meu voltant, m'he sentit, com l'amic Roger, una mica extraterrestre.

Aquests anys també m'han fet anar veient el fet nacional català amb altres ulls, i modificar les meves postures prèvies. Crec que ara tinc una posició menys nacionalista, i potser més racional que la que tenia al 2012. M'explico: jo abans reconeixia que trencar amb l'estat des de Catalunya podia ser una oportunitat pel canvi de règim, però immediatament després afegia, el que passa és que jo no vull una Catalunya independent.
I per què? Doncs per nacionalisme! Perquè tot i que dic el contrari, en el fons, sí que tinc un sentiment identitari i de pertinença a una idea de nació, que és la República Espanyola, i a una bandera, que és la tricolor. I per tant aquí s'acaben els arguments: jo no sóc indepe, no ho he estat mai, i encara que pugui anar bé per l'avenç social i rupturista, no defensaré la independència.

Bueno, aquests anys, deia, m'han fet canviar de postura. M'han fet descobrir aquesta "falla" (per dir-ho d'alguna manera) en el meu raonament, i assumir que, tot i que sóc "nacionalista republicà", i el meu estat-nació ideal seria la 3a República Federal, els meus sentiments identitaris no han de guiar la meva acció política.
Per tant, he arribat a la conclusió que el que cal en aquests moments és la ruptura amb el règim del 78, i l'obertura d'un o diversos Processos Constituents, a nivell català, espanyol i europeu, per canviar les coses. I que si la oportunitat de trencar el règim la porta una estelada, jo haig de ser allà. De la mateixa manera que si la porta Podemos a l'estat, allà estaré. I finalment, el nom del país, o dels països, que surtin d'aquests processos, m'importa bastant poc. Perquè (tot i les meves debilitats pel vermell, groc i morat) jo no sóc nacionalista, no ho he estat mai, crec.
I la cosa és que aquest canvi en la meva manera d'aproximar-me a aquest tema s'ha produït degut a un procés social en moviment, perquè són els processos socials, efectivament, els que transformen consciències i realitats.

I amb aquesta introducció, arribem al referèndum (No!) consulta (No!) "procés participatiu" del 9N. I he pensat que em vindria bé explicar com he arribat a la idea de votar el que votaré, no només per ajudar-me a pensar (que és pel que em serveix bàsicament escriure aquí) sinó també perquè he canviat d'opinió tantes vegades que algú pot pensar que m'ho prenc en conya, o que vaig al dictat del vent. I els meus canvis de postura obeeixen a un procés (crec) més o menys racional de pensament. A veure si aguanta la prova de posar-ho per escrit!

- Si haguéssim tingut un referèndum, amb normalitat democràtica, amb acord amb l'estat i compromís d'acatar la voluntat sorgida a les urnes, el meu vot hauria estat Sí - No. Perquè ja ho he dit, és el que més s'assembla a les meves aspiracions: vull un trencament amb el sistema actual, en el que Catalunya sigui un subjecte polític sobirà que mantingui uns lligams amb la resta de pobles de l'estat espanyol i crec que la federació és el millor sistema.

- En el moment, però, en què no existeix un marc de normalitat democràtica, la cosa canvia. Quan et trobes davant d'un estat que et nega la paraula, que et nega la majoria d'edat, que et nega, en definitiva, com a ciutadà, és possible assolir una federació (és a dir, la unió de persones o col·lectius lliures i iguals)? Des d'un punt de vista no independentista, però amb aquest estat espanyol al davant, em plantejo que potser, el vot més útil per la ruptura, pel canvi i, també, per assolir la tercera república federal espanyola, és el Sí - Sí. I així decideixo que aquest serà el meu sentit de vot a partir del moment que l'estat espanyol impugna la convocatòria del 9N.

- Però aleshores, Artur Mas decideix obeir l'estat espanyol i suspendre la consulta (perquè ja no era un referèndum, eh? Hem anat rebaixant aspiracions dia rere dia). I en comptes d'això ens planteja un "procés participatiu" sense cens, sense control democràtic, sense garanties de cap tipus, sense una campanya on es pugui debatre sobre les diferents opcions plantejades... Una pseudoconsulta que és, per a mi, una burla a tot el procés. Això que estem fent avui, tot i que tinguem urnes i paperetes, no és un referèndum, és una pantomima, és una nova manifestació, amb un format diferent.
I que quedi clar: avui he vist amics i companys emocionats per poder votar l'autodeterminació del seu país. És un sentiment que respecto moltíssim. Qui no el respecta, qui se n'està burlant i qui està utilitzant aquest sentiment de forma barroera és Artur Mas i el seu govern.
Per això, perquè jo em manifestaré quan calgui pel dret a decidir, però no vull que em venguin la moto, quan es va presentar el "Nou 9N" vaig estar donant voltes fins a decidir que no votaria i punt.

- Però aquest procés té més girs de guió que una telenovela veneçolana (per cert: us imagineu si a Veneçuela plantejessin fer una votació amb el format del Nou9N? Quin escàndol internacional, oi? #NotaChavistaDelDía #yLaHeColadoLaMarDeBien). I en un moviment, per a mi, absurd, incomprensible i que delata una falta de rumb i de brúixola preocupant (son los malos, sí, pero nos gobiernan, uno espera que sean al menos un poquitín listos), el govern espanyol impugna de nou el "procés participatiu". I òbviament els tribunals al servei del règim acaten les ordres de Rajoy i prohibeixen la no-consulta.
Clar, ara ja no puc no participar-hi! Però què votar? Us ho dic seriosament, em costava molt, en consciència, votar en aquesta pantomima el que havia decidit que votaria en una consulta real. Perquè no puc donar-li un aval a aquesta cosa, perquè necessitem un referèndum perquè el poble de Catalunya s'expressi i aquest no l'és i no el pot substituir.
Aleshores, escoltant al nostre president fent declaracions al 3/24, vaig sentir unes paraules que em van donar la resposta. Va sortir el senyor Mas a dir moltes vegades i molt clarament que això d'avui no és ni un referèndum ni una consulta, i que el que surti no tindrà cap tipus de validesa, que només era un mecanisme perquè la gent pugui expressar les seves opinions, i que tant era així, que aquells que vulguin escriure més coses poden fer-ho, i que "ens ho haurem de llegir" (JA! Pero ho va dir, s'ho juro).
I em vaig dir, posats a fer una pantomima, fem-la bé. Si això no val per rés més que per expressar la meva opinió, no haig de limitar-me a la famosa "pregunta en arbre" que han pactat els partits, oi? Doncs farem una "trollejada": farem un vot nul, però que expressi realment la meva opinió, que d'això, diu el president, és del que va la cosa. Així doncs, i amb molts dubtes, he decidit que, ara quan acabi de dinar, aniré al Vicenç Plantada a votar amb aquesta papereta, i esperant, aviat, poder votar en un referèndum d'autodeterminació.


diumenge, 2 de novembre del 2014

El darrer fracàs del PSUC històric

Als propers mesos es convocaran, molt probablement, eleccions anticipades a Catalunya. Eleccions que tindran un caràcter plebiscitari, o -si ho fem bé- constituent. Unes eleccions per a les quals, en teoria, els moviments populars i rupturistes portem anys preparant-nos: a EUiA des de la 6a Assemblea, i en el moviment en general, podríem dir que com a mínim des d'aquell programa de TV3 on dos referents de tots van sortir a proposar una candidatura unitària constituent.
Com pot ser que ens enganxin -de nou- amb el peu canviat?

Les enquestes donen resultats més o menys dignes a tres espais rupturistes diferenciats. Resultats dignes, però completament inútils. Uns resultats que, de produir-se, deixarien el país en mans de la dreta neoliberal i una pseudo-socialdemocràcia que ja ha demostrat (per desgràcia) que no li importa, al menys de moment, la construcció social del país. Les enquestes també ens diuen que aquests tres espais rupturistes, sumats, són una força a tenir molt en compte. Poden, podrien ser una força real de canvi. Però ningú està fent res en aquest sentit, i sembla que estem ja preparant el terreny i les excuses per quan arribin unes eleccions amb tres llistes "constituents" separades.

La cosa és encara pitjor: d'aquests tres espais, dos s'estan movent, estan treballant per presentar a la ciutadania de Catalunya un projecte de cara a aquestes eleccions que ens venen. Al tercer no se'l veu, i em temo que ja ni se l'espera.

M'explico. D'una banda apareix la Crida Constituent: un manifest per crear un bloc rupturista que aplega, de moment, a l'esquerra independentista i altres sectors. D'altra banda Podemos es mou per presentar-se a Catalunya amb la seva marca, segurament intentant atraure quadres de l'activisme social català que li donin "pedigrí". Són dues opcions electorals de ruptura amb futur.

Quina diferència hi ha entre uns i altres? Caricaturitzant, jo només en veig una, i és sociològica: en un bloc participa -a un bloc el votarà- gent "catalana", que llegeix els diaris en català, veu TV3, s'implica molt en el procés sobiranista... en definitiva, que viu la política en clau catalana.  L'altre bloc està format per gent "sociològicament espanyola": que veu La Sexta, s'informa per internet llegint Público o eldiario.es, viu en barris on majoritàriament es parla en castellà... En definitiva, gent que viu la política en clau espanyola. Són dos blocs que ideològicament, programàticament, podrien estar d'acord en gairebé tot: el que els separa són qüestions majoritàriament identitàries.

I aquí arribo al quid de la qüestió. En aquest país, fa 40 anys, hi havia un partit que va ser capaç de posar d'acord a aquests dos sectors. Un partit que va aconseguir que el moviment popular no es dividís entre aquells que se sentien catalans i aquells que se sentien espanyols, que va aconseguir també que aquests darrers entenguessin i defensessin la lluita nacional catalana com a pròpia, independentment dels seus orígens i dels seus sentiments identitaris. Això és el que està en perill avui, i ho està, en part, per incompareixença dels que es reclamen hereus directes d'aquesta tradició.

I que no em diguin que és impossible sumar aquests dos sectors, perquè a Barcelona, Guanyem ho està aconseguint: més enllà de quines sigles li acabin donant suport, Guanyem BCN aplega gent des dels més convençudament indepes als més fidels seguidors del Jordi Évole. No és fàcil, però és possible. Per què, doncs, no som capaços de fer-ho a nivell català? Per què sembla que ni ho estem intentant?

I acabo. Què coi està fent ICV i EUiA? A què estem jugant? Què estem esperant? Que ens han deixat tan noquejats els esdeveniments que no podem plantejar res? La gent d'ICV i la gent d'EUiA són necessaris pel canvi, el seu espai social i electoral és necessari pel canvi, de fet és un espai que podria actuar de "pegamento" entre diversos espais. Però estem, com diuen el madrilenys, "a por uvas".
Fa dos anys com a mínim que hem teoritzat que la coalició ICV-EUiA està superada, que no serveix, que cal anar a una cosa nova. Què hem fet per posar aquesta teoria en pràctica? ICV-EUiA com a marca, com a papereta electoral i com a model organitzatiu, no té futur: no més que el d'anar agonitzant fins a convertir-se en una cosa residual, mentre es consoliden els dos espais rupturistes que sí estan fent moviments per crear una cosa a l'altura dels temps.

Ja ho he dit més d'un cop: porto dos, tres anys esperant que fem realitat allò que no parem de teoritzar. He aguantat moltes vegades que em diguin "no hem arribat a temps, aquestes eleccions ens presentem com sempre, però per les properes ja ho haurem aconseguit". Massa vegades. Ho dic aquí públicament: no penso tornar a fer campanya, ni a votar, a ICV-EUiA. I no em fa por, perquè les organitzacions són instruments, i si una no serveix, ja en trobarem altres.

El que em fa por és haver d'escollir entre els rupturistes catalans i els rupturistes espanyols. El dia que ens veiem forçats a prendre aquesta decisió, serà el dia que el PSUC històric haurà acabat de fracassar.



PD. Sento el to de l'escrit, i en general, el to d'aquest blog en la darrera època. Sembla que estic fet un cenizo, que ho veig tot fatal, i no és veritat. Estic molt content i esperançat amb el que podem construir en el futur. Crec que estem en moments pre-constituents, i que si empenyem, podem guanyar. Però com que utilitzo aquest blog com a teràpia, escric d'allò que m'indigna per fer catarsi.
A vegades penso que sóc molt dur amb "els meus". Últimament sembla que només els critico. Si sóc tan dur és perquè sempre he pensat que són els millors. I quan els  millors et decepcionen, fa més mal.

dissabte, 18 d’octubre del 2014

Carta abierta a IUCM (y de rebote, a IU Federal y a EUiA)

Nota: Hace un tiempo que tengo este escrito entre los archivos de mi ordenador, pensando si mandarlo o no mandarlo. He esperado tanto porque para mí, esto es un ultimátum muy serio. Y me cuesta mucho dar este paso, pero ya no puedo más. Las noticias que recibo desde Madrid hoy me parecen tan desalentadoras que no me queda otro remedio. Ahí va. Esta es la carta que he mandado hoy a las direcciones de IU Comunidad de Madrid, IU Federal y EUiA. La comparto porque, si finalmente me veo obligado a dar el paso que me temo, le deberé una explicación a mis compañeros.


Buenos días,

Mi nombre es Ferran Jimenez y soy militante de Esquerra Unida i Alternativa. Me afilié en el año 1998 y actualmente soy miembro de su Consell Nacional y responsable de movimientos unitarios en mi asamblea local.

Les escribo porque, aunque milite en otra organización, indudablemente ésta e IUCM comparten un proyecto político y estratégico, así pues me siento parte de IU Federal y de IUCM, y lo que hacen ustedes me afecta, como militante y también como persona. En todos mis años de militancia ha habido muchos momentos en los que he repudiado acciones de mi organización, y otros en los que he estado tentado de pensar que ya había caído la gota que colmaba el vaso, que ya no me valía la pena seguir. Al final siempre me ha podido la responsabilidad, o la nostalgia, o la amistad de los compañeros, y he continuado trabajando y pagando la cuota. Pero lo que está pasando en Madrid no es una gota: es un chorro que no cesa.

Aunque técnicamente milite en otra organización, lo que ha hecho IUCM, lo que sigue haciendo, me mancha. A mi y a mis compañeros, y de forma indirecta, mancha todos los procesos colectivos en los que estamos inmersos para intentar cambiar la sociedad. Cada noticia, cada declaración, cada resolución tibia, cada no dimisión que se da en IUCM, es una piedra en el camino de la transformación social en todas partes. Y ya no lo aguanto. No puedo seguir siendo cómplice de una organización incapaz de aplicar internamente aquello que defendemos externamente: limpieza, transparencia, democracia, honestidad.

Me dirán que han echado a Moral Santín. Tarde y mal, sí, pero lo echaron. El caso es que con eso no basta, no basta en absoluto. Es, disculpen la comparación, como cuando el PP expulsa a Bárcenas y nos quiere hacer creer que con eso se soluciona todo. El problema de IUCM y sus impúdicas relaciones con el poder político y financiero no es cuestión de un solo hombre: es un problema de la cultura organizativa en la que se instaló una parte de la dirección, y para poder limpiar el nombre de esta organización (de toda ella) no basta con expulsar al ladrón: todos los que le ampararon, los que le protegieron, los que pusieron "la mano en el fuego", los que cerraron los ojos, los que defendieron la connivencia con las altas esferas como parte necesaria (¡y deseable incluso!) de la política de IUCM, los que crearon la estructura organizativa que permitió todo este desastre, deben dimitir o ser cesados de sus cargos, los tengan ahora en IUCM o en IU Federal. Sean o no sean culpables. Esto no es un tribunal de justicia, es una organización política. Aquí no hace falta haber cometido un delito para que te cesen, ¡faltaría más! Estas personas (no he dicho nombres, pero todos los tenemos en la cabeza, ¿verdad?) hacen daño a la organización, a toda la organización, con su permanencia en sus cargos, así que deben irse, y deben irse ya. Luego harían falta muchas otras cosas, un proceso de limpieza y regeneración total que nos permitiera dejar de escondernos cuando nos nombran a nuestra organización madrileña (o a su dirección, que la militancia y muchos cuadros de IUCM tienen mi respeto y admiración siempre). Pero para empezar, este "que se vayan todos" es imprescindible.

Así pues, quería anunciarles (y de paso a mis compañeros de IU y de EUiA) que de no producirse estas dimisiones o ceses en un plazo muy breve de tiempo, presentaré mi baja como militante. Sé que a ustedes poco les importará que se de de baja un desconocido de una organización catalana, ¡ya ves tú que drama! Pero quería hacerles saber, intentar hacerles comprender el daño que causan más allá de su territorio, y también creo que le debo, en el caso de baja, una explicación a mis compañeros de Catalunya, que ninguna culpa tienen de todo esto, pero rara vez la política es justa.

IU tiene una historia de la que me enorgullezco, unas raíces heroicas y la mejor militancia que existe. Pero muchos nos planteamos hoy si sigue siendo un instrumento válido para la transformación en este momento histórico. Que no demos el paso de decidir finalmente que lo mejor que se puede hacer con IU ahora es disolverla, depende, entre otras muchas cosas, de lo que hagan ustedes.

Muchas gracias por su tiempo,
Ninguna por su horrible, horrible gestión.

diumenge, 14 de setembre del 2014

¿Y después de la V, qué? Catalunya ante la "Crisis Seldon"


De pequeño era muy fan de la trilogía de la fundación de Isaac Asimov. Me encantaba el concepto del "Plan Seldon" y sus crisis periódicas: durante décadas, las fuerzas de la historia iban acrecentando las contradicciones y los conflictos latentes hasta que, cada 50 o 70 años, llegaba el momento del clímax, aquel en el que todas las crisis confluían, en que todos los conflictos estallaban, el momento en el que todo podía pasar, en el que la historia daba un giro y, en pocos meses, días incluso, estaba en juego, nada más y nada menos que el futuro: la Crisis Seldon.
Pues bien, en Catalunya, hace tiempo que nos estamos acercando a una Crisis Seldon. Una de las grandes. Si te paras a escuchar bien, por debajo del ruido de los días, la notas acechando, acercándose. No sé si llegará en dos meses, o en seis, pero está a las puertas. Y es un momento apasionante.

Yo no soy psicohistoriador, mal que me pese, así que predecir qué sucederá en los próximos meses, qué rumbo tomará la historia, qué será de este país cuando la Crisis haya pasado, está más allá de mis capacidades. 
Pasada la Diada de 2014, la tercera desde que se iniciara el "proceso soberanista", la cuarta gran movilización catalana por el derecho a decidir y la independencia, estamos al borde del "Día D", y sin embargo todo está en el aire, más en el aire que nunca: ¿qué pasará el 9N? ¿Y después? ¿Podrá el gobierno central cortar el movimiento soberanista? ¿Aguantará el independentismo catalán aún más baches, o se bajará por fin el soufflé? ¿Qué será de Mas y de Convergencia? ¿Que hará ERC cuando gane al fin las elecciones?
No soy psicohistoriador, digo, pero tengo algunas ideas sueltas últimamente, que cuando las junto en mi cabeza me muestran escenarios posibles. Las escribo para ayudarme a ordenarlas, y para aportar al debate, humildemente.

Idea 1: 
Este es un proceso de desborde, en el que la gente está empujando a los líderes políticos a tomar según que caminos. Vamos, esto no es una idea, es una certeza para todo el que viva en Catalunya: Mas no lidera esta ola, se ha puesto encima para no ser engullido. Y la ola le está empujando cada vez más a tomar decisiones que no son suyas, con métodos y tempos que no son los suyos. Pero sobretodo para los que leen prensa madrileña, no está de más decirlo otra vez.

Idea 2: 
Si bien este proceso estuvo en inicio hegemonizado por los sectores conservadores, y aún lo está en gran parte, cada vez más éstos están perdiendo centralidad dentro del proceso, y a medida que avance, si sigue avanzando, están condenados a perderla aún más.

Idea 3: 
La estrategia de Convergencia y los sectores sociales a los que representa y que la apoyan (el movimiento neoliberal-conservador y la oligarquía catalana) ha fracasado, al menos de momento. Simplificando, podríamos ver dos sectores en este espacio, con dos posibles objetivos: negociar un nuevo pacto con el estado español que les reportara mayores beneficios sin alterar el status quo, o bien constituir un estado propio desde un proceso manejado por arriba, en el que el protagonismo lo tuvieran las élites y nunca el pueblo (y la clase trabajadora) organizándose desde abajo. 
El primer objetivo no es posible con este gobierno estatal, con esta mayoría absoluta del PP, esclava de sus fundamentalismos. El segundo objetivo solo podría ser posible, ante este muro pepero, con el apoyo decidido de aliados internacionales potentes: la UE (Alemania) o EEUU, por ejemplo, que pudieran forzar al gobierno español a la mesa de negociaciones. CiU solo ha conseguido el apoyo de la Liga Norte italiana, un resultado ridículo para tanto esfuerzo.

Idea 4:
Sin apoyos ni presión internacional, y con un gobierno central sordo y mudo, la única via para que el movimiento soberanista siga adelante es la radicalización. 
Hablando claro: ya nos hemos manifestado pacífica y festivamente, ya hemos hecho conciertos, cadenas humanas y hasta mosaicos multitudinarios.... ¡Y no se rinden, oyes! El siguiente paso, no queda otra, es la desobediencia civil: habrá que plantarse ante el estado, habrá que hacer cosas "ilegales" (y eso ya no es tan familiar, ni tan festivo), o rendirse.

Idea 5:
En el momento en el que el movimiento se radicalice, la hegemonía del mismo también está condenada a moverse hacia la izquierda: los sectores de orden, ya suficientemente incómodos con el tema, muy difícilmente se van a sumar a estrategias de insumisión, de desobediencia... A movimientos de ruptura, que si llegaran a triunfar, crearían un nuevo estado muy distinto del que CiU y sus amos anhelan.

Idea 6:
Está claro que, ante esta radicalización necesaria, el movimiento perderá apoyos. Creo que este 11S ha supuesto el tope máximo de apoyo popular al proceso (un tope impresionantemente elevado, todo sea dicho). La duda es: en un escenario de radicalización del conflicto y de hegemonía rupturista y popular, ¿qué harán todos los votantes convergentes reconvertidos al independentismo? ¿Seguirán siendo independentistas, cuando el proceso mute en un movimiento de liberación nacional? ¿Se bajarán del carro y volverán al autonomismo?

Y de todo esto, sale mi tesis final, que puede parecer muy aventurada y fantasiosa, pero ahí la dejo:
1) Catalunya solo logrará la soberanía (o la independencia) a través de un proceso de lucha prolongado que incluya escenarios de desobediencia civil y alta conflictividad social.
2) Solo las fuerzas del campo popular/democrático/revolucionario pueden liderar un proceso de este tipo, del cual resultaría un proceso constituyente hacia un nuevo estado en el que la izquierda y la clase trabajadora tendrían mucho protagonismo y hegemonía.
3) Si el proceso continua y su centralidad se desplaza hacia la izquierda, las élites y la oligarquía catalana dejarán de apoyarlo, precisamente porque el modelo de país que saldría de dicho proceso es el opuesto al que ellos buscan.
4) El éxito o fracaso del proceso, entonces, dependerá mucho de lo que hagan los sectores "de centro" que hoy lo están apoyando: toda esa gente de CiU o del PSC de toda la vida, y que ahora se han vuelto independentistas, ¿cuantos de ellos apoyarán al movimiento popular, y cuantos volverán a sus casas sin querer buscar problemas, cuantos volverán a ser "bona gent", gente de orden, y cuantos caerán del bando de la ruptura?

Posibles escenarios concretos que podemos especular:

- Las elecciones plebiscitarias
El TC suspende cautelarmente la consulta, Mas no se atreve a enfrentarse a la legalidad española y acata la decisión del TC. El gobierno catalán cae y se convocan elecciones anticipadas, para enero o febrero de 2015. Puede que se presente una candidatura "pel Sí" de CiU y ERC, quizás encabezada por algún/a independiente, o quizá se presenten por separado, pero con un punto común en el programa: la Declaración Unilateral de Independencia.
De primeras CiU ya se ha roto: Unió no se presentará con ese programa, y CDC ya no puede presentarse si no es con ese programa. Los sectores conservadores siguen perdiendo peso y hegemonía.
De segundas, sea con lista unitaria o sea separados de ERC, los resultados supondrán pérdida de poder para CiU en todos los frentes (peor aún si van separados).
Y ahora viene lo bueno. Hay mayoría absoluta "del Sí". El Parlament hace una DUI. Y entonces que? 
Entonces eso hay que defenderlo en la calle, porque si no no sirve de nada. Seguramente se suspendería la autonomía. Seguramente habría movimientos por parte de las fuerzas del orden. Habría tribunales condenando al presidente, sea quien sea, y a los parlamentarios que han votado esa ilegalidad. Habria conflicto. Mucho conflicto. Y o los catalanes salimos a la calle, pero para tomarla, para hacer huelgas, ocupar edificios oficiales... O "ellos" -léase, el estado- nos ganan, porque son los que tienen la sartén por el mango, la pasta, el ejército, la legalidad y el apoyo internacional. ¿Y en serio alguien se imagina a la gente de CiU liderando un movimiento así? 

- President, posi les urnes!
El TC suspende cautelarmente la consulta. Ante la presión popular, Mas hace lo que no quiere hacer y mantiene la convocatoria. Confrontación servida. PP, PSC y Ciutadans llaman al boicot. El gobierno central ataca con todo lo que tiene, posiblemente suspendiendo la autonomía también, o amenazando con la suspensión. Hacer la consulta en ese escenario requerirá de mucha fuerza popular tirando del carro con muchos escenarios de conflicto. Tendremos que lograr una participación que supere el 55%, el 60% sería lo deseable, para que la cosa tenga legitimidad alguna, pero aún así... ¿Luego qué? Con un gobierno central que no ha reconocido la consulta, que posiblemente te haya suspendido la autonomía, o esté a puntito de hacerlo.... No te queda otra que hacer una DUI. Y ahí, amigos, volvemos al punto anterior: o guerra social o derrota. ¿Qué harán los "botiguers"?

- La Sociovergència
El TC suspende la consulta, Mas no se atreve a convocarla de forma ilegal, y ante el miedo a los escenarios anteriores, se llega a un pacto (el único posible) para aguantar hasta el final de la legislatura: CiU y PSC. Con el argumento y la "misión" de trabajar por una "consulta legal y acordada" en el futuro, una vez el TC resuelva los recursos y, esperemos, un cambio en el gobierno central permita otros pactos y mayorías.
En este escenario, de nuevo, o el movimiento soberanista se radicaliza, enfrentándose a CiU y a la Generalitat, haciendo que este gobierno sociovergente caiga fruto de la presión popular, o los defensores del status quo habrán logrado "bajar el soufflé" por fin, y como mínimo ganar tiempo para intentar su ansiada "tercera vía".
De nuevo, la clave será saber que hace la mayoría del electorado convergente (y qué hace la ANC).

Hace dos años que vengo diciendo que, cuando llegue la hora de la verdad y haya que defender el derecho a decidir de los catalanes con uñas y dientes, algunos -a quienes los hooligans "procesionistas" llevan años llamándonos de todo menos guapos- seremos los primeros en ponernos en primera fila, y en cambio muchos supuestos patriotas de toda la vida desaparecerán. Es algo que cada día veo más claro.

De todo esto, me surge una sensación: es imposible que la alianza actual entre el nacionalismo conservador y el independentismo socialdemócrata logre la soberanía de Catalunya. CiU y ERC han sido, hasta ahora, la gran coalición que ha sustentado el proceso, pero es una coalición condenada al fracaso. La única via que tiene ERC para lograr sus objetivos políticos -la independencia de Catalunya- pasa por alejamiento progresivo de CiU -llevándose por el camino todos los militantes y votantes que pueda- y una alianza con los sectores populares y rupturistas, que son los únicos capaces de organizar y soportar el tipo de conflicto que será necesario para mantener el proceso en pie.
Curiosamente, si esta alianza tuviera éxito, las dos partes lograrían sus objetivos: ERC la independencia (y un Junqueras presidente y padre de la patria al que homenajear en las fechas señaladas, y muy seguramente la centralidad política del nuevo estado durante décadas), y las fuerzas populares la ruptura con el sistema y un proceso constituyente hacia un nuevo país, con la fuerza suficiente para intentar que sea justo, social y democrático.

¿Cual es, entonces, nuestra tarea inmediata? (aquí le hablo a "los míos" :-P) Crear, construir, ya, este "bloque rupturista", o "bloque constituyente". Que ya existe, pero que necesitará tener expresión y marcos unitarios estables para poder estar a la altura de los retos que nos vienen. Un bloque que deberá presionar, primero, para la desobediencia el 9N, y en caso de elecciones anticipadas, presentar una candidatura unificada que compita con el nacionalismo conservador proponiendo la alternativa popular: el proceso constituyente hacia la república catalana libre, social y democrática. Que pueda mover el tablero político catalán hacia la izquierda, ofrecer al independentismo moderado un aliado plausible cuando la derecha se retire y presionar en las instituciones y en las calles para que el proceso continúe y resulte indisociable de la lucha social. En resumen: no habrá Catalunya libre sin "Guanyem Catalunya".

No lo sé, es muy probable que todo lo que he escrito sea solo un ejercicio de política ficción o "wishful thinking". ¿Qué opináis vosotros?
Una cosa tengo clara: vivimos tiempos apasionantes, en los que la ruptura es posible, y todos los que queremos y luchamos por un cambio social tenemos el deber de empujar para que se de por fin.

Y recordad que Seldon ayuda a los audaces.
;-)


dilluns, 23 de juny del 2014

Ara és l'hora



Aquest dijous farem la primera trobada d'una iniciativa que fa bastant de temps que està en gestació (cafès, xerrades, mails, reunions, algun acte públic pel camí...) i que hem anomenat la Crida per Mollet.
I què és això de la Crida? Doncs, de moment no és res. Què pot arribar a ser, però? Ah, aquesta és la gràcia!

La Crida és, com el seu nom indica, un "llamamiento", una invitació, per part de diverses persones, a unir-nos en un projecte col·lectiu creat des de baix per presentar una alternativa política municipal capaç de guanyar les eleccions i formar govern per canviar Mollet i posar les seves institucions al servei del poble, al servei de la majoria.

Qui la fa, aquesta crida? Doncs un seguit de persones de diferents espais. Gent de partits, i gent que no ha militat mai a cap partit. Gent històrica dels moviments socials de la ciutat, i gent molt jove que va començar a moure's amb el 15M. Gent, persones, que no representem a ningú més que a nosaltres mateixos, però volem oferir un espai de trobada per a tothom.

Què tenim en comú, tota aquesta gent? Primer, que som els que portem anys, ja (anys!) lluitant conjuntament al carrer contra aquesta estafa que li diuen crisi. Som els que ens hem trobat cada cop que ha estat necessari, sense preguntar res, perquè no calia, perquè sabíem (en un desnonament o en una vaga, en un escrache o en una recollida de signatures) quin era el nostre costat de la trinxera, i qui eren els nostres companys.
Segon, som els que pensem que després de tant trobar-nos al carrer, no té cap sentit barallar-nos a les urnes. Som els que pensem que, per sobre dels petits interessos de partit, cal posar l'interès general del poble. Som els que, com diu el manifest de la Crida "no podem, ni volem, deixar passar aquesta oportunitat històrica" de canviar les coses, barri a barri, poble a poble, ciutat a ciutat.

Què farem, aquest dijous?
Poca cosa, i molta a la vegada. Per començar, ens trobarem. I ens trobarem en un espai on tots i totes serem iguals, sense importar d'on venim, o on militem. I a partir d'aquí, parlarem, plantejarem dubtes, idees, propostes. I si veiem que sí, que tenim ganes de tirar-ho endavant, decidirem com continuar.

És l'hora. No hi haurà moltes més oportunitats com aquesta. Tenim la possibilitat, però també la responsabilitat, de recuperar el poder per al poble. Arreu de Catalunya s'estan movent iniciatives similars. El mateix dijous es presenta "Guanyem Barcelona", i dissabte es fa la primera assemblea de "Canviem L'H". No és casualitat: és el moment.

Així doncs, dijous tenim una cita. Un convido a formar part de la crida. A formar part del canvi. Entre tots podem guanyar Mollet.