dijous, 26 de juliol del 2012

Conversando con los compañeros griegos


Estos días he tenido la suerte de poder asistir a la Universidad de Verano del Partido de la Izquierda Europea, celebrada en Portaria, un pueblecito griego. Allí nos hemos reunido compañeros y compañeras de 24 países y nos hemos pasado los días debatiendo sobre la crisis, el capitalismo, las alternativas al mismo y las diferentes estrategias para luchar contra el neoliberalismo. Lo de siempre, vamos: somos gente de gustos fijos.
En estos encuentros, siempre lo he pensado, más interesante que las conferencias, mesas redondas, etc, me resulta el “pasilleo”, es decir, lo que sucede entre charla y charla, o cuando terminan los actos y te encuentras con unos u otros en una mesa de la terraza compartiendo una cerveza o un vinito. Es entonces cuando los discursos más o menos bien construidos y las elaboraciones teóricas dan paso a las confidencias, las curiosidades, las experiencias concretas, las preguntas y las dudas, que suelen ser compartidas. Y estando en Grecia, rodeados de rojos griegos, y en este momento histórico, es comprensible que nos dedicáramos sobretodo a buscar el encuentro con los compas de Syriza y les llenáramos la cabeza con nuestras preguntas. Ahí van algunas de las cosas que nos contaron:

Situación de Syriza en estos últimos años: problemas compartidos
Una cosa que me llamó la atención, porque claro, a un paso de tomar el poder, nadie lo diría, es que Syriza ha padecido, como fuerza política, unos problemas muy similares a los nuestros en los últimos años. Unos resultados electorales pobres, entorno al 4%, dudas sobre la estrategia a seguir y sobre el “espacio” a ocupar, conflictos internos, escisiones… ¡contaban batallitas de los 2000/2010 y parecía que me estuvieran hablando de IU!

También me resultaron familiares las discusiones entre gente “más movimentista” o “más institucionalista” (¿les suena?), las tensiones entre las formas de organización y lucha política más clásicas y burocráticas y aquellas digamos más enlazadas con los movimientos emergentes… unas discusiones que ellos reconocen que vienen ya desde el año 2000 con el movimiento antiglobalización, y que nosotros tuvimos también.

Me da la sensación, no obstante, que ante situaciones similares, los compañeros de Syriza han sido más valientes que nosotros. O quizá la correlación interna de fuerzas en la coalición era más favorable a determinados sectores. En todo caso, en los últimos años han tenido el aplomo (y visto lo visto, el acierto) de jugársela realizando una importante renovación interna, que tiene su máximo exponente en Alexis Tsipras (candidato a la alcaldía de Atenas con 32 años, candidato a presidente del gobierno con 34). Y esta renovación tampoco vino exenta de tensiones, por lo visto: nos contaban los camaradas jóvenes que la gente de “la vieja guardia” estaba preocupada porque el asalto de los cachorros podía destruir el partido: ¡No eran lo suficientemente serios, no tenían la experiencia necesaria, iban a convertir Syriza en algo radical y minoritario! Pues sí, ya se vio que sí.

Relación con los movimientos sociales y creación de redes de solidaridad
Tal vez porque Tsipras y su entorno vienen de esta joven tradición más “pancartera” y cercana a los nuevos movimientos, vienen de una generación que se “destetó” políticamente al calor del movimiento antiglobalización, lo cierto es que, por lo que nos contaron, también creo que nuestros compañeros griegos han sabido trabajar mejor con los nuevos movimientos sociales, o al menos, han sabido entender su importancia. Una vez más, se encontraron con los mismos problemas que nosotros: El movimiento de los indignados de Plaza Syntagma empezó con un discurso anti-política, anti-partidos, anti-sindicatos, “ni-de-izquierdas-ni-de-derechas”, hasta el punto que unos trabajadores en huelga fueron a la plaza a dar apoyo al movimiento y les echaron “por sindicalistas”.
El papel que ha jugado Syriza en este movimiento es similar al que hemos intentado nosotros: trabajar sin banderas desde la base, participando en las discusiones, comisiones, asambleas locales… intentando llevar el debate a la contradicción troika/gobierno vs. ciudadanos/clase trabajadora. Y parece que les ha salido más o menos bien, aunque sea porque mucha gente que simpatizó o participó en el movimiento de Plaza Syntagma ha adoptado a Syriza como su referente político (que sí me representan, vamos).
Una vez más, esto no fue ni fácil ni automático: ni la gente de Plaza Syntagma recibió a Syriza con los brazos abiertos, ni toda la gente de Syriza entendió que era importante y necesario estar en Plaza Syntagma. De nuevo, los mismos problemas que tenemos nosotros, las mismas contradicciones. De nuevo, la sensación es que los griegos han sido más valientes y aperturistas que nosotros hasta ahora.

¿Y cómo está el movimiento ahora? Por lo que nos cuentan, se ha desinflado, y funciona más a partir de asambleas de barrio o pueblo que otra cosa. Pero también se ha reconvertido, y esa es la estrategia actual de Syriza, en redes de solidaridad barrial o local. La situación es tan desesperada para tanta gente en algunos barrios, que se hace necesario crear estas redes ciudadanas para que nadie se quede sin comida, o sin electricidad, o sin ropa. En estos espacios están trabajando de forma muy intensa nuestros compañeros griegos y no sería extraño que, como sigan así las cosas, que seguirán, pronto tengamos que inventarnos nosotros algo parecido.

El nuevo gobierno ND-PASOK-DIMAR y perspectivas futuras
Como todo el mundo sabe, tras las últimas elecciones (las del 27%) se ha creado un gobierno de coalición apoyado por Nueva Democracia, PASOK y DIMAR (escisión por la derecha de Syriza en el 2010).
Mi primera duda era qué narices pinta DIMAR en este gobierno, y si no había posibilidades de contar con ellos en una estrategia de izquierdas. Por lo visto no es posible: la DIMAR de hoy no es como la que se escindió de Syriza, sino que han entrado en ella varios miembros del PASOK y de otros sectores que les empujan cada vez más hacia la derecha, su discurso hoy es que una izquierda responsable debe hacer cosas difíciles pero que al final la austeridad dará sus frutos. La sensación es que están cavando su propia tumba, y no sería extraño que les sucediera lo que a LAOS, y en unas próximas elecciones sufrieran un descalabro importante. Y bien merecido lo tendrán.
La segunda era qué perspectivas de futuro tiene este gobierno. Por lo que nos comentan, pocas (pero claro, aquí también se pueden estar confundiendo deseos con realidades). Primero, porque el programa con el que ND se presentó a las elecciones quedó enterrado a los dos días de formar gobierno (una vez más, ¿les suena?). Si en campaña decían que renegociarían el memorándum y que no habría ni un solo recorte más, a los dos días de gobernar, Samaras reconoció que de renegociar nada y que lo necesario era aplicar el memorándum con más firmeza y rapidez, anunciando nuevos recortes de sueldos y pensiones. Esto ha creado una corriente de rechazo al nuevo gobierno por parte de sus propios votantes que ya se ha cobrado la dimisión de dos ministros y varios cargos intermedios. La sensación más extendida entre los griegos es que habrá nuevas elecciones en menos de un año, y que esta vez, ganará Syriza. Veremos.

Los retos de gobernar
También hablamos, obviamente, de la situación que les caería encima si, antes o después, Syriza ganara las elecciones y tuviera que gestionar la situación griega. Y me dio muy buena sensación, porque son conscientes de la importancia del momento histórico y de su papel en el mismo, así como de las enormes dificultades que tendrán. Toda la responsabilidad del mundo pero nada de miedo escénico. Porque no estamos en política para pasar el rato, sino para tomar el poder y cambiar las cosas, como dijo un compañero.
Ya antes de las elecciones de junio se iniciaron fugas de capital a gran escala, movimientos que se detuvieron con la victoria de ND. No hace falta ser muy listo para imaginar que, en caso de gobierno de Syriza, los poderes económicos iniciarán una campaña de desestabilización utilizando todos los medios de que dispongan. Nunca en la historia ha llegado la izquierda al poder sin que esto suceda. ¿Cómo piensan afrontarlo?
De primeras, Syriza tiene a un grupo de expertos en estos temas dedicados exclusivamente a vigilar estos movimientos y otras cuestiones sospechosas tanto en las entidades financieras como en diversos ministerios, al menos para tener claro qué está sucediendo y poder preveer situaciones distintas.
En segundo lugar, están trabajando en tres estrategias de gobierno en función de tres escenarios posibles: el mejor es que se encuentren Grecia más o menos como suponen que está ahora. Imaginaos cual es el peor. Sí, ese mismo.
Por último, tienen claro que la viabilidad de su gobierno dependerá del grado de apoyo social que éste tenga. Necesitarán, como todo gobierno de izquierdas que quiera cambiar las cosas, a la gente en la calle presionando para que las cosas cambien, y lista para apretar los dientes cuando vengan maldadas y resistir. Será una batalla, pero al final, valdrá la pena.

La amenaza neonazi
¿Y qué pasa con Amanecer Dorado? Pues que dan miedo, sí. Y eso que en Grecia, ser nazi es una imposibilidad genética. Una cuestión interesante, porque también tiene resonancias aquí, es que la gente de Syriza tiene la sensación que no han sabido gestionar bien el problema de la inmigración, asociada a la pobreza, marginalidad, delincuencia, inseguridad… Porque es, efectivamente, un problema. Y los de Amanecer Dorado son una banda de matones, pero que se han dedicado entre otras cosas a montar patrullas de protección en los barrios y zonas deprimidas, acompañando a los abuelos a sacar dinero al banco, o a las señoras a la compra, colando de paso su discurso racista y populista. ¿Cómo enfrentar este fenómeno?
Nos contaban que la estrategia que empezaron a seguir los sectores anarquistas y radicales, a los que Syriza se unió en muchas ocasiones, basada en ir a estos barrios y enfrentarse directamente con éstos grupos, no funcionó, porque para la gente de estos barrios, serían nazis o lo que quieras, pero eran gente del barrio que les protegía de los delincuentes, y ellos eran gente de fuera que no les traía más que problemas.
Está claro que la izquierda no ha sabido en Europa construir un discurso eficaz sobre el problema migratorio, y que a veces, como nos cuesta, tendemos a dejar el tema de lado, o a negar que sea un problema: quien dice que la inmigración es un problema es un fascista y un racista. Pero si no queremos encontrarnos de la noche a la mañana con un Amanecer Dorado en nuestras ciudades, deberemos ponernos las pilas.

¿Y ellos, cómo nos ven?
Para terminar, otra cuestión que me sorprendió: los griegos están muy atentos a lo que pasa en España. De hecho, durante la universidad, fueron ellos los que nos pidieron un encuentro “bilateral” para poner en común experiencias entre los jóvenes de Syriza y de IU.
Ven la situación española similar a la de Grecia hace un año o dos, tanto por las medidas que se están adoptando como por la tensión social que se acrecienta. Y ven que nos encaminamos al mismo pozo. Siguen muy de cerca nuestra situación política, y hasta conocían las últimas encuestas y las comentaban, convencidos de que nos sucederá lo mismo que a ellos y nos convertiremos en la alternativa también para nuestro país. De hecho se sienten muy representados por IU, me sorprendió mucho, pero nos miraban como un ejemplo a seguir (la distancia, que produce percepciones extrañas), y lo de crear “la syriza catalana”, o española, les hacía gracia pero les parecía un poco friki: ¿Para qué quieres inventarte algo que ya tienes?, nos decían. De nuevo problemas de percepción debidos a la distancia, supongo que solo se ve lo bueno, y quizá los que estamos dentro solo vemos lo malo. Pero en IU ni hemos hecho un proceso de renovación como ellos hicieron, ni aglutinamos a tantos sectores u organizaciones como ellos. Y si queremos ganar, es lo que toca. Digo.

Bueno, he intentado hacer un resumen de muchas cosas, no sé si habré logrado contarlo todo, resumirlo seguro que no. Seguimos hablando, y nos vemos en las calles, porque, como dijo Alexis Tsipras en su conferencia, “la hegemonía no se consigue en un domingo, se gana en las luchas sociales”.

Salut!

1 comentari:

Julián ha dit...

Acabo de llegar a tu blog y me parece muy interesante. Salut, República Federal i Socialime!