Estos
días he tenido la suerte de poder asistir a la Universidad de Verano
del Partido de la Izquierda Europea ,
celebrada en Portaria, un pueblecito griego. Allí nos hemos reunido compañeros
y compañeras de 24 países y nos hemos pasado los días debatiendo sobre la
crisis, el capitalismo, las alternativas al mismo y las diferentes estrategias
para luchar contra el neoliberalismo. Lo de siempre, vamos: somos gente de
gustos fijos.
En
estos encuentros, siempre lo he pensado, más interesante que las conferencias,
mesas redondas, etc, me resulta el “pasilleo”, es decir, lo que sucede entre
charla y charla, o cuando terminan los actos y te encuentras con unos u otros
en una mesa de la terraza compartiendo una cerveza o un vinito. Es entonces
cuando los discursos más o menos bien construidos y las elaboraciones teóricas
dan paso a las confidencias, las curiosidades, las experiencias concretas, las
preguntas y las dudas, que suelen ser compartidas. Y estando en Grecia, rodeados
de rojos griegos, y en este momento histórico, es comprensible que nos
dedicáramos sobretodo a buscar el encuentro con los compas de Syriza y les
llenáramos la cabeza con nuestras preguntas. Ahí van algunas de las cosas que
nos contaron:
Situación de Syriza en
estos últimos años: problemas compartidos
Una
cosa que me llamó la atención, porque claro, a un paso de tomar el poder, nadie
lo diría, es que Syriza ha padecido, como fuerza política, unos problemas muy
similares a los nuestros en los últimos años. Unos resultados electorales
pobres, entorno al 4%, dudas sobre la estrategia a seguir y sobre el “espacio”
a ocupar, conflictos internos, escisiones… ¡contaban batallitas de los 2000/2010
y parecía que me estuvieran hablando de IU!
También
me resultaron familiares las discusiones entre gente “más movimentista” o “más
institucionalista” (¿les suena?), las tensiones entre las formas de
organización y lucha política más clásicas y burocráticas y aquellas digamos
más enlazadas con los movimientos emergentes… unas discusiones que ellos
reconocen que vienen ya desde el año 2000 con el movimiento antiglobalización,
y que nosotros tuvimos también.
Me
da la sensación, no obstante, que ante situaciones similares, los compañeros de
Syriza han sido más valientes que nosotros. O quizá la correlación interna de
fuerzas en la coalición era más favorable a determinados sectores. En todo
caso, en los últimos años han tenido el aplomo (y visto lo visto, el acierto)
de jugársela realizando una importante renovación interna, que tiene su máximo
exponente en Alexis Tsipras (candidato a la alcaldía de Atenas con 32 años,
candidato a presidente del gobierno con 34). Y esta renovación tampoco vino
exenta de tensiones, por lo visto: nos contaban los camaradas jóvenes que la
gente de “la vieja guardia” estaba preocupada porque el asalto de los cachorros
podía destruir el partido: ¡No eran lo suficientemente serios, no tenían la
experiencia necesaria, iban a convertir Syriza en algo radical y minoritario!
Pues sí, ya se vio que sí.
Relación con los
movimientos sociales y creación de redes de solidaridad
Tal
vez porque Tsipras y su entorno vienen de esta joven tradición más “pancartera”
y cercana a los nuevos movimientos, vienen de una generación que se “destetó”
políticamente al calor del movimiento antiglobalización, lo cierto es que, por
lo que nos contaron, también creo que nuestros compañeros griegos han sabido
trabajar mejor con los nuevos movimientos sociales, o al menos, han sabido
entender su importancia. Una vez más, se encontraron con los mismos problemas
que nosotros: El movimiento de los indignados de Plaza Syntagma empezó con un
discurso anti-política, anti-partidos, anti-sindicatos,
“ni-de-izquierdas-ni-de-derechas”, hasta el punto que unos trabajadores en
huelga fueron a la plaza a dar apoyo al movimiento y les echaron “por
sindicalistas”.
El
papel que ha jugado Syriza en este movimiento es similar al que hemos intentado
nosotros: trabajar sin banderas desde la base, participando en las discusiones,
comisiones, asambleas locales… intentando llevar el debate a la contradicción
troika/gobierno vs. ciudadanos/clase trabajadora. Y parece que les ha salido
más o menos bien, aunque sea porque mucha gente que simpatizó o participó en el
movimiento de Plaza Syntagma ha adoptado a Syriza como su referente político
(que sí me representan, vamos).
Una
vez más, esto no fue ni fácil ni automático: ni la gente de Plaza Syntagma
recibió a Syriza con los brazos abiertos, ni toda la gente de Syriza entendió
que era importante y necesario estar en Plaza Syntagma. De nuevo, los mismos
problemas que tenemos nosotros, las mismas contradicciones. De nuevo, la
sensación es que los griegos han sido más valientes y aperturistas que nosotros
hasta ahora.
¿Y
cómo está el movimiento ahora? Por lo que nos cuentan, se ha desinflado, y
funciona más a partir de asambleas de barrio o pueblo que otra cosa. Pero
también se ha reconvertido, y esa es la estrategia actual de Syriza, en redes
de solidaridad barrial o local. La situación es tan desesperada para tanta
gente en algunos barrios, que se hace necesario crear estas redes ciudadanas
para que nadie se quede sin comida, o sin electricidad, o sin ropa. En estos
espacios están trabajando de forma muy intensa nuestros compañeros griegos y no
sería extraño que, como sigan así las cosas, que seguirán, pronto tengamos que
inventarnos nosotros algo parecido.
El nuevo gobierno
ND-PASOK-DIMAR y perspectivas futuras
Como
todo el mundo sabe, tras las últimas elecciones (las del 27%) se ha creado un
gobierno de coalición apoyado por Nueva Democracia, PASOK y DIMAR (escisión por
la derecha de Syriza en el 2010).
Mi
primera duda era qué narices pinta DIMAR en este gobierno, y si no había
posibilidades de contar con ellos en una estrategia de izquierdas. Por lo visto
no es posible: la DIMAR
de hoy no es como la que se escindió de Syriza, sino que han entrado en ella
varios miembros del PASOK y de otros sectores que les empujan cada vez más
hacia la derecha, su discurso hoy es que una izquierda responsable debe hacer
cosas difíciles pero que al final la austeridad dará sus frutos. La sensación
es que están cavando su propia tumba, y no sería extraño que les sucediera lo
que a LAOS, y en unas próximas elecciones sufrieran un descalabro importante. Y
bien merecido lo tendrán.
La
segunda era qué perspectivas de futuro tiene este gobierno. Por lo que nos
comentan, pocas (pero claro, aquí también se pueden estar confundiendo deseos
con realidades). Primero, porque el programa con el que ND se presentó a las
elecciones quedó enterrado a los dos días de formar gobierno (una vez más, ¿les
suena?). Si en campaña decían que renegociarían el memorándum y que no habría
ni un solo recorte más, a los dos días de gobernar, Samaras reconoció que de
renegociar nada y que lo necesario era aplicar el memorándum con más firmeza y
rapidez, anunciando nuevos recortes de sueldos y pensiones. Esto ha creado una
corriente de rechazo al nuevo gobierno por parte de sus propios votantes que ya
se ha cobrado la dimisión de dos ministros y varios cargos intermedios. La
sensación más extendida entre los griegos es que habrá nuevas elecciones en
menos de un año, y que esta vez, ganará Syriza. Veremos.
Los retos de gobernar
También
hablamos, obviamente, de la situación que les caería encima si, antes o después,
Syriza ganara las elecciones y tuviera que gestionar la situación griega. Y me
dio muy buena sensación, porque son conscientes de la importancia del momento
histórico y de su papel en el mismo, así como de las enormes dificultades que
tendrán. Toda la responsabilidad del mundo pero nada de miedo escénico. Porque
no estamos en política para pasar el rato, sino para tomar el poder y cambiar
las cosas, como dijo un compañero.
Ya
antes de las elecciones de junio se iniciaron fugas de capital a gran escala, movimientos
que se detuvieron con la victoria de ND. No hace falta ser muy listo para
imaginar que, en caso de gobierno de Syriza, los poderes económicos iniciarán
una campaña de desestabilización utilizando todos los medios de que dispongan.
Nunca en la historia ha llegado la izquierda al poder sin que esto suceda.
¿Cómo piensan afrontarlo?
De
primeras, Syriza tiene a un grupo de expertos en estos temas dedicados
exclusivamente a vigilar estos movimientos y otras cuestiones sospechosas tanto
en las entidades financieras como en diversos ministerios, al menos para tener
claro qué está sucediendo y poder preveer situaciones distintas.
En
segundo lugar, están trabajando en tres estrategias de gobierno en función de
tres escenarios posibles: el mejor es que se encuentren Grecia más o menos como
suponen que está ahora. Imaginaos cual es el peor. Sí, ese mismo.
Por
último, tienen claro que la viabilidad de su gobierno dependerá del grado de
apoyo social que éste tenga. Necesitarán, como todo gobierno de izquierdas que
quiera cambiar las cosas, a la gente en la calle presionando para que las cosas
cambien, y lista para apretar los dientes cuando vengan maldadas y resistir.
Será una batalla, pero al final, valdrá la pena.
La amenaza neonazi
¿Y
qué pasa con Amanecer Dorado? Pues que dan miedo, sí. Y eso que en Grecia, ser
nazi es una imposibilidad genética. Una cuestión interesante, porque también
tiene resonancias aquí, es que la gente de Syriza tiene la sensación que no han
sabido gestionar bien el problema de la inmigración, asociada a la pobreza,
marginalidad, delincuencia, inseguridad… Porque es, efectivamente, un problema.
Y los de Amanecer Dorado son una banda de matones, pero que se han dedicado entre
otras cosas a montar patrullas de protección en los barrios y zonas deprimidas,
acompañando a los abuelos a sacar dinero al banco, o a las señoras a la compra,
colando de paso su discurso racista y populista. ¿Cómo enfrentar este fenómeno?
Nos
contaban que la estrategia que empezaron a seguir los sectores anarquistas y
radicales, a los que Syriza se unió en muchas ocasiones, basada en ir a estos
barrios y enfrentarse directamente con éstos grupos, no funcionó, porque para
la gente de estos barrios, serían nazis o lo que quieras, pero eran gente del
barrio que les protegía de los delincuentes, y ellos eran gente de fuera que no
les traía más que problemas.
Está
claro que la izquierda no ha sabido en Europa construir un discurso eficaz
sobre el problema migratorio, y que a veces, como nos cuesta, tendemos a dejar
el tema de lado, o a negar que sea un problema: quien dice que la inmigración
es un problema es un fascista y un racista. Pero si no queremos encontrarnos de
la noche a la mañana con un Amanecer Dorado en nuestras ciudades, deberemos
ponernos las pilas.
¿Y ellos, cómo nos ven?
Para
terminar, otra cuestión que me sorprendió: los griegos están muy atentos a lo
que pasa en España. De hecho, durante la universidad, fueron ellos los que nos
pidieron un encuentro “bilateral” para poner en común experiencias entre los
jóvenes de Syriza y de IU.
Ven
la situación española similar a la de Grecia hace un año o dos, tanto por las
medidas que se están adoptando como por la tensión social que se acrecienta. Y
ven que nos encaminamos al mismo pozo. Siguen muy de cerca nuestra situación
política, y hasta conocían las últimas encuestas y las comentaban, convencidos
de que nos sucederá lo mismo que a ellos y nos convertiremos en la alternativa
también para nuestro país. De hecho se sienten muy representados por IU, me
sorprendió mucho, pero nos miraban como un ejemplo a seguir (la distancia, que
produce percepciones extrañas), y lo de crear “la syriza catalana”, o española,
les hacía gracia pero les parecía un poco friki: ¿Para qué quieres inventarte
algo que ya tienes?, nos decían. De nuevo problemas de percepción debidos a la
distancia, supongo que solo se ve lo bueno, y quizá los que estamos dentro solo
vemos lo malo. Pero en IU ni hemos hecho un proceso de renovación como ellos
hicieron, ni aglutinamos a tantos sectores u organizaciones como ellos. Y si
queremos ganar, es lo que toca. Digo.
Bueno,
he intentado hacer un resumen de muchas cosas, no sé si habré logrado contarlo
todo, resumirlo seguro que no. Seguimos hablando, y nos vemos en las calles,
porque, como dijo Alexis Tsipras en su conferencia, “la hegemonía no se
consigue en un domingo, se gana en las luchas sociales”.
Salut!
1 comentari:
Acabo de llegar a tu blog y me parece muy interesante. Salut, República Federal i Socialime!
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